sábado, 16 de abril de 2011

AMORFINO


AMORFINO

Por Manuel Acosta Ojeda

En el Perú, es un canto de contrapunto que se ejecuta entre varios oponentes; a diferencia de la Cumanana y la décima –rezada o cantada–, es un solo guitarrista quien acompaña toda la contienda, siempre en modo menor. Los versos deben ser cuartetas octosilábicas, siendo su rima libre.

Por el año de 1950, mi amistad con los hermanos Augusto y Elías Ascues, me permitió asistir a una reunión en el barrio de Malambo hoy Av. Francisco Pizarro en el Rímac– en la que escuché el "Amorfino" por primera vez. Fue una agradabilísima sorpresa.

Los protagonistas de este duelo amistoso eran Luciano Huambachano, Pancho Ballesteros, Manuel Cobarrubias, Alejandro Arteaga, Samuel Márquez, Augusto Ascues y dos personajes más, cuyos nombres no recuerdo.

Acerca de esta forma de canto de contrapunto, Augusto le comenta al periodista César Lévano en el año 1972: "Hay un contrapunto que se canta entre cuatro, cinco o seis cantores, y que se llama "amor fino". Se ponen en rueda y comienzan a cantar versos. El que no puede continuar, sale. Un cantor comienza, por ejemplo:

"Amor fino me pediste,
amor fino te he de dar,
amor fino pa comer,
amor fino p'almorzar.
Zamba, tirana de amores,
amor fino me pediste".

Entonces el otro contesta:

"Ya no quiero cantar más
porque no me da la gana.
Que cante el señor Lévano,
que yo no soy de semana".

Y así continúan. Nadie puede cantar lo que otro cantó. El que lo hace, pierde Observemos la sabiduría de Augusto y su gran oído,
Ya - no - quie-ro - can-tar - más -
El término del verso es agudo, lo que duplica la última sílaba dando como resultado un verso octosílabo
por-que- no - me - da - la - ga-na
Al ser su palabra final grave, cumple con las ocho sílabas.
Que - can-te - el - se-ñor - Lé-va-no
Si medimos las sílabas del tercer verso, nos da un eneasílabo, pero por ser este apellido de acentuación esdrújula, para efectos de la métrica este trisílabo vale por dos.
Que - yo - no - soy - de - se-ma-na
Este verso está dentro de lo normal, ocho sílabas.

Augusto decía "sólo lo cantaba la gente de color, pues el "amor fino" es canto de morenos, propio de la ciudad de Lima", pero su acompañamiento de guitarra y el modo de cantar las coplas pertenecen al estilo español, siendo su melodía muy similar a la andaluza.

El único cantor que no era negro, era Luciano Huambachano, "aceptado" porque era muy amigo de Augusto y su guitarrista preferido, cosa que Pancho Ballesteros no aceptaba, por ser Huambachano "cholo".

Lo que me asombró por ese entonces fue, que en casa de don Porfirio Vásquez Aparicio –Breña– nadie conocía el "Amor fino", esto mismo me sucedió en las fiestas de Monserrate, Barrios Altos y La Victoria. Lo que me permite suponer que este canto era exclusividad del barrio de Malambo.

Años más tarde reafirmaría en esta deducción, al escuchar hablar de los "Doce Pares de Francia", decimistas negros del mencionado barrio, entre los cuales destacaba don Mateo Sancho Dávila como cantante de "amor fino". Su esposa Clara Bocetta, también integraba este grupo, gran cultora de la "Jarana", eran padres del compositor Braulio Sancho Dávila y de Bartola y
tíos de los hermanos Ascues.

Los remates de cada copla del canto podían variar, manteniendo siempre las ocho sílabas y como máximo dos versos:

–"Zamba, tirana de amores/ amor fino me pediste".
– "Amor fino, amor fino/ amor fino me pediste".
– "Zamba, tirana de amor/ tras de la muerte el doctor".

Esta última se cantaba al final de la contienda por el ganador absoluto; lamentablemente con el transcurrir del tiempo, este remate de victoria total, perdió su ubicación, colocándose al final de cualquier copla.
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Tomado del Suplemento Variedades del diario El Peruano



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